Feliz cumpleaños “Doña Bárbara”  

Posted by Anicia Flores


Tal y como lo reseña varios periódicos, entre ellos la Prensa Gráfica de El Salvador en su edición digital, la obra cumbre de la literatura venezolana “Doña Bárbara” ha llegado a sus ochenta años… y es que esta novela estuvo en circulación desde el 15 de febrero de 1929, auspiciada, en ese entonces por su propio creador, el escritor venezolano Rómulo Gallegos.
Los artículos refieren todos los avatares que tuvo que afrontar el escritor para lograr su publicación, entre ellos incluso su propia determinación de darse por vencido y no realizar los cambios que consideraba esenciales… Muchos de nosotros todavía recordamos la nostalgia, el deleite y la indignación que sus páginas despertaron en nuestro espíritu… Leer “Doña Bárbara” fue, en definitiva, una aventura que nos adentro tanto en la geografía como en el sentir de la gente de esta tierra: mitad humana, mitad salvaje.
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¿Y después de la guerra de Independencia,… ¿qué pasó con la poesía?  

Posted by Anicia Flores


Durante los veinte años que duró la Guerra de Independencia (1810-1830) la poesía se erigió como un testimonio de los acontecimientos en curso. No era un trabajo de creación propiamente dicho, sino más bien la expresión de una necesidad del soldado, quien escribía para dejar constancia de las circunstancias particulares que vivía. Por lo tanto, no aparecía como una manifestación independiente, sino aparecía inmersa en piezas oratorias, cartas elocuentes, artículos periodísticos, diarios y memorias. Obsérvese que no se escribía poesía en el concepto moderno del término, se atendieron sólo los géneros literarios que resultaban útiles para las ideas que el hecho bélico requería. Incluso aquella que se apegó a los modelos de lo poéticos hispánico: redondillas, romances, madrigales, entre otras. Todas estaban preñadas de la emoción política muchas de las cuales eran anónimas.
Otras expresiones literarias como el cuento y la novela se desarrollaron en épocas posteriores.
La llegada de la imprenta (1808) favoreció la aparición de varias publicaciones periódicas y éstas contribuyeron a ser vehículo de expresión de manifestaciones literarias que llegaban ahora de manera más efectiva al público letrado. De esta manera el periódico y las revistas se instituyeron en medios de expresión y de acceso a la cultura en desarrollo.
Después del proceso bélico, los escritores que intentan hacer poesía se encuentran desposeídos de una tradición literaria nacional que les sirva de punto de partida. ¿Qué tienen entonces? Ante ellos se muestran los modelos europeos (franceses y alemanes principalmente).
En este momento es determinante la figura de Andrés Bello desde quien se impone la presencia del paisaje como un programa político. Su poesía muestra a una América que es toda promesa, pues es una tierra virgen y a la espera. De esta manera se incorpora el paisaje nacional a la creación poética, presentando también los ambientes, la gente, sus costumbres y su lengua. La poesía de Bello va creando a ese continente que, hasta ese momento era pura geografía, pero que ahora es también expresión escrita, literatura, poesía, “una lengua que lo nombra y, al nombrarlo, lo crea.” (Zambrano, citado en Pacheco et. al., 2006:204). A partir de este momento, el paisaje se convierte en uno de los grandes temas de la poesía venezolana.

Poesía en la época colonial  

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Como vimos en el artículo anterior, música y poesía fueron de la mano en la época colonial y serán una manifestación importante para el hombre que está creando culturalmente a este país. Obviamente, la música también estvo ligada a las festividades religiosas y al teatro. Este último aparece en tierra venezolana hacia el siglo XVII y es escenario de obras en las que se entonaban canciones socio-políticas y villancicos. Esta tradición se mantiene hasta muy entrada la independencia, dada la utilidad que, como medio de propagación de las ideas (políticas o religiosas), tenía. Sus creadores partían de la concepción de que cualquier cosa que se quisiera enseñar era más fácil de recordar si estaba acompañada por un pegajoso ritmo musical. Esta práctica fue utilizada por los patriotas, pero también por los realistas y por la Iglesia. Esta ingeniosa manera de instruir a través de la canción-poema la hallaremos desde el siglo XVII hasta los primeros treinta años del XIX.

No obstante, se hallan incluso expresiones poéticas anteriores, como una fechada en 1593, la cual corresponde a una copla que solía cantarse en honor de Leonor de Cáceres, bella mujer habitante de Caraballeda, quien, después de un terrible ataque de los indios Caribe, descubre que su mejor amiga ha sido raptada y decide salir a su rescate. Este tipo de coplas se hacían con el objetivo de ser cantadas por los caminos.

Además de coplas, también se entonaban saetas, las cuales eran compuestas por religiosos que las utilizaban para la purificación de las ciudades y sus habitantes. Esto fue así porque la iglesia jugó un papel fundamental en el proceso de consolidación y ordenamiento territorial de las colonias.

Dado que el siglo XVIII español se convirtió en un periodo de imitación de lo francés, América se vio influenciada por el neoclasicismo. De tal manera que en ella coexistieron barroco, renacentismo y neoclasicismo. Paralelamente nació en España un interés por la historia y la filosofía. Este entusiasmo comulgó con las ideas que servirán de soporte a la Revolución francesa y las ideas de libertad e igualdad del romanticismo. Todo ello será el marco referencial desde el que nuestros pensadores y poetas orientarán sus acciones y creaciones literarias de la época. De ahí que nuestra poesía se hizo vehículo de expresión para estas ideas libertarias que empezaban a forjarse.

Esta creación poética se haczo acompañar, además, por la música y así fueron apareciendo en Venezuela canciones republicanas en oposición a la monarquía española. La más conocida de ellas es hoy nuestro himno nacional.


Como podemos visualizar, nuestra poesía de esta época es una mezcla de muchas influencias tanto externas como internas: neoclasicismo, ideario de la Ilustración, necesidad de libertad y la autodeterminación propia del revolucionario francés. Realizamos una simbiosis de todo el movimiento intelectual europeo (especialmente el francés y el español).